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Historia de la Catedral de Florencia

Cúpula de Brunelleschi: descubre la historia de la Catedral de Florencia

La Cúpula de Brunelleschi se dibuja en el horizonte de Florencia convirtiéndose en el icono de la ciudad por excelencia, pero es también uno de los mayores logros de la arquitectura renacentista. Esta obra cambió la historia de la construcción en Europa y a día de hoy miles de viajeros se siguen maravillando ante este espacio de la Catedral de Florencia, símbolo del ingenio humano, la fe y el arte.

Claves sobre la Cúpula de Brunelleschi

Costó años saber cómo finalizarla

La construcción de la Catedral de Santa María del Fiore, nombre oficial del Duomo, comenzó en 1296, pero en el proceso encontraron un gran problema: el cierre del tambor de la nave central. Se lanzó un concurso para que diferentes arquitectos presentaran sus propuestas, pero no existía en ese momento un método conocido que pudiera cubrir semejante espacio sin el uso de columnas o vigas. O eso parecía…

Un orfebre sin experiencia en arquitectura apareció con una solución muy ingeniosa que parecía resolver ese problema. Y esa persona era Brunelleschi. ¿Cómo lo hizo? ¡Te lo contamos!

Autoportante

La cúpula de Florencia es, ante todo, una cúpula autoportante, es decir, que no necesitó de andamiajes ni estructuras provisionales durante su construcción. Esta técnica no solo era inédita para la época, sino extremadamente arriesgada.

Brunelleschi diseñó una estructura de doble cáscara: una interna, más pesada, que soporta el peso y otra externa, más ligera, visible desde el exterior y encargada de proteger la estructura. Ambas están conectadas por una compleja red de vigas y pasadizos.

Esta innovación hizo posible levantar bloque a bloque la cúpula sin que colapsara, así hasta llegar a los 114 metros de altura, convirtiéndose en la mayor cúpula de mampostería jamás construida.

Técnica del ladrillo espina de pez

Uno de los secretos más sorprendentes de la Cúpula de Brunelleschi es la conocida como técnica del ladrillo en espina de pez. Este método permitía que los ladrillos se mantuvieran en su lugar sin deslizarse mientras se completaba la construcción de la cúpula de la Catedral de Florencia.

Brunelleschi se dio cuenta de que al colocar los ladrillos en ángulo, de forma intercalada y siguiendo un patrón específico, se distribuía mejor la carga y no había necesidad de añadir estructuras de soporte durante la construcción. Este patrón también añadía estabilidad lateral y evitaba deslizamientos, algo fundamental en una estructura con tanta pendiente.

Sistemas específicos ideados por Brunelleschi

Otro de los grandes logros de Brunelleschi fue la invención de sistemas especialmente diseñados para levantar los materiales hasta la parte más alta de la cúpula de Florencia. Utilizó un sistema de poleas, grúas y cabrestantes con diseños nunca antes vistos, como engranajes reversibles que permitían subir y bajar materiales sin necesidad de desmontar la maquinaria.

Estas innovaciones hicieron posible transportar toneladas de piedra y ladrillo a alturas nunca antes alcanzadas en la ciudad. Además, marcó el inicio de una nueva era para la arquitectura, influenciando las técnicas de construcción en toda Europa durante siglos.

Inspiración en el mundo clásico

Aunque revolucionario, Brunelleschi se inspiró profundamente en la arquitectura clásica romana, especialmente en el Panteón de Agripa. Viajó a Roma en su juventud, donde estudió durante años las ruinas y técnicas constructivas del Imperio. Sin embargo, lo que logró en Florencia superó incluso a sus modelos: el Panteón tiene una cúpula de 43 metros de diámetro, construida con cemento romano, mientras que la de Florencia, de proporciones similares, se realizó con ladrillo y piedra.

Los frescos de la cúpula

Una vez concluida la estructura de la Cúpula de Florencia, su interior permaneció sin decoración durante más de un siglo. Fue en el año 1572 cuando se tomó la decisión de embellecer este monumental espacio con una obra pictórica que estuviera a la altura.

¿Y quién mejor para ello que uno de los referentes del momento? Giorgio Vasari, célebre artista y arquitecto, fue el elegido para esta importante labor. Diseñó una composición monumental del Juicio Final, inspirada en el modelo de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Sin embargo, no llegó a completar la obra, pues falleció en 1574, dejando solo parte del fresco realizado.

Tras su muerte, el proyecto fue retomado por Federico Zuccari, un pintor proveniente de Roma. Este completó los frescos siguiendo las líneas generales del diseño original de Vasari, aunque introdujo algunas variaciones estilísticas propias.

Así pues, la impresionante cúpula no es solo obra de un artista, sino de dos referentes de la época, dando como resultado es un conjunto majestuoso que cubre más de 3.600 metros cuadrados y representa una visión impresionante y llena de detalles del juicio final.

Visitar el Duomo de Florencia: una experiencia imprescindible

Visitar la Catedral de Florencia y subir a la Cúpula de Brunelleschi es una experiencia inolvidable para cualquier amante de la historia, la arquitectura o el arte, ¡pero también para cualquier viajero! Desde lo alto, podrás disfrutar de unas vistas incomparables de toda la ciudad y de las formidables colinas toscanas que la rodean, ¡un paisaje de ensueño!

Descubre el Duomo de Florencia con entradas que incluyen audioguía o visita guiada y descubre este impresionante monumento. Comprender su historia en detalle y observar las técnicas desde dentro transforma por completo la visita. ¡No dejes pasar la oportunidad!